La Bahía de Txingudi, un rincón de ensueño en la costa vasca, se extiende a lo largo de 14 kilómetros desde el majestuoso Chateau D'Abbadie en Hendaya hasta el icónico Faro de Higer en Hondarribia. Este pintoresco camino bordea playas de arena dorada, ríos serpenteantes, marismas vírgenes y el casco medieval de Hondarribia. Un viaje por la bahía es como un paseo a través de la historia, la naturaleza y la cultura.

Un Paseo por la Bahía de Txingudi

Ubicada en la desembocadura del río Bidasoa, la Bahía de Txingudi es un rincón de la tierra vasca que combina la belleza del océano, las montañas y los ríos. Acceder a este paraíso natural es todo un privilegio que nos brinda la oportunidad de explorar este espacio con una personalidad única.

El monte Jaizkibel, que preside el extremo nororiental de Gipuzkoa, se alza como un guardián de la bahía. Desde sus cimas, se pueden contemplar el mar Cantábrico y las encantadoras poblaciones que la rodean. Es un lugar perfecto para encontrar paz y reflexión en medio de la naturaleza.

La Bahía de Txingudi es ideal para los amantes de la naturaleza. Este espacio ha logrado conservar su vasto patrimonio natural e histórico, lo que lo convierte en un verdadero tesoro. Rodeado por el mar y las montañas, los excursionistas que desean explorar los montes circundantes, se lo pasarán en grande. También es un lugar para practicar deportes acuáticos y disfrutar de la diversidad de la vida silvestre.

Hondarribia ofrece algunas de las vistas más espectaculares. Este pueblo costero es un destino atractivo durante todo el año, gracias a su amplia y variada oferta hotelera y gastronómica. El casco antiguo de Hondarribia, rodeado de murallas, es una maravilla arquitectónica con calles empedradas y casas blasonadas.

Observación de Aves en las Marismas de Txingudi

Uno de los puntos destacados de Hondarribia es el barrio de la Marina, conocido por sus encantadoras casas de pescadores. Aquí encontrarás restaurantes que ofrecen delicias culinarias vascas y bares pintxos con terrazas que invitan a disfrutar de las vistas panorámicas de la bahía.

Para los amantes de las aves y la observación de la vida silvestre, las Marismas de Txingudi son un auténtico paraíso. Aunque el Parque Ornitológico de Plaiaundi es un lugar destacado para la observación de aves, la región ofrece otros lugares impresionantes para la observación de aves. Además de Plaiaundi, el Espacio Natural Protegido de las Marismas de Txingudi alberga las Marismas de Jaizubia y las Islas del Bidasoa.

Estas marismas se encuentran situadas entre los Pirineos y el Golfo de Bizkaia, en una posición geográfica que sirve como un punto de comunicación natural entre el occidente europeo y la Península Ibérica. Este lugar es crucial en la ruta migratoria de millones de aves que viajan entre Europa y África.

Un tesoro de patrimonio natural e histórico

Las Marismas de Txingudi han sido reconocidas por su importancia en la conservación de aves, habiendo obtenido el estatus de ZEPA (Zona Especial de Protección de Aves), ZEC (Zona Especial de Conservación) y Humedal de Importancia Internacional del Convenio Ramsar. Aquí, los observadores de aves tienen la oportunidad de avistar una amplia variedad de especies, desde aves acuáticas hasta aves rapaces, en su entorno natural.

Explorar la Bahía de Txingudi es una experiencia que combina la riqueza de la naturaleza con la herencia histórica y cultural de la región. Después de un día de exploración, ¿qué mejor manera de relajarse que en el acogedor Hotel Alcázar de Irún?Haz tu reserva hoy y descubre la comodidad y el encanto de este alojamiento en el corazón de la bahía.